martes, 13 de junio de 2017

LA FELICIDAD NO ES LO QUE NOS VENDEN


Hay dos cosas en la sociedad a las que se les da una excesiva importancia, las posesiones materiales expresadas a través del dinero, las cosas y el disfrute hedónico y el reconocimiento social por cualquier clase de mérito sea académico, social, científico, estético y cognitivo, tanto es así que muchas personas en el afán de ser reconocidas hacen sacrificios personales inimaginables en pos de que sean visibles a las demás personas.

¿Hasta dónde sacrificaríamos nuestro bienestar por algo tan vano como las cosas y el reconocimiento, que son deleznables y efímeras? el apego hay lo externo causa el sufrimiento, por lo que nunca es suficiente lo que se tiene o cuando se pierde algo que se daba por sentado.


La sensación de felicidad que se obtiene cuando se logra el objeto del deseo, es alta pero se desvanece rápidamente, esto se hace patente cuando alguien hace una fila de varios días por el teléfono móvil de moda y se alegra de ser el primero en tenerlo y de presumirlo en las redes sociales para que lo reconozcan sus amigos y otros que no lo son tanto, pero esta alegría pasa a los pocos días cuando ya vuelve a ser lo que es, un teléfono como cualquiera que será reemplazado por otro con nuevas características.

La felicidad dada por los objetos y el reconocimiento, es la misma alegría que tiene un animal cuando se suple una necesidad básica, cuando se alimenta o incluso en el caso de las mascotas, lo que sucede cuando ve a su amo. Volvemos necesidades esos apegos a los objetos, que se nos vuelven como el alimento y cuando no los tenemos, esa sensación de ausencia y de malestar, se nos parece al hambre y así se asemeja en nuestro cerebro y en los centros de recompensa.

Estamos cambiando nuestro cerebro para que nuestras posesiones y el reconocimiento sean como una especie de necesidad y lo pongamos por delante de muchas necesidades básicas, lo que explica el porqué de muchas personas sacrifican su alimentación para poner las fotos en las redes sociales luciendo cuerpos de portada de revista de modas, o se someten a deudas impagables por tener un guardarropa a la moda y pierden amistades o sus relaciones familiares por trabajar excesivamente para lograr un reconocimiento público.

Existe un estudio realizado en la universidad de Harvard el cual se evalúa a largo plazo a un grupo de hombre adultos para determinar cual podrían ser las variables que determina mejor la salud, el bienestar y la felicidad, y la conclusión podría resumirse en tener buenas relaciones interpersonales y que estas relaciones sean estrechas. Como humanos la felicidad está en los demás, en tener lazos estrechos con los otros seres humanos y quien no lo logra carecerá del bienestar y la felicidad. https://www.ted.com/talks/robert_waldinger_what_makes_a_good_life_lessons_from_the_longest_study_on_happiness?utm_source=tedcomshare&utm_medium=referral&utm_campaign=tedspread.

Buscamos la felicidad en los lugares y las cosas equivocadas, en vez de perseguir lo verdaderamente valioso, hemos preferido caer en la recompensa visceral de las felicidades transitorias y satisfacción inmediata. Nos dejamos vender modelos de felicidad de parte de las empresas, de los gobiernos o de las ideologías.


Debemos propender por lograr una relación verdadera con alguien, no importa y no es indispensable que involucre amor romántico, puede ser un gran amigo o una relación entre nuestros familiares, lo importante es que logre que le importes a alguien y ese alguien te importe mucho. Tampoco es necesario exponer ante la sociedad cada una de nuestras experiencias, logros u objetos materiales para que estos nos sean valiosos. Ser más introspectivos y dejar que el disfrute de la experiencia sea la meta final.


JUAN GONZALO GÓMEZ LOPERA

@juangonzalo01