Una aproximación a la
ontología desde la ignorancia filosófica
Somos energía, somos la manifestación de la energía sin masa que
forma partículas subatómicas, que hasta dónde la investigación física ha
llegado no poseen masa real. Es el movimiento de estas energías en un patrón y
en su forma de interactuar como se forma la materia. La definición de materia
como “algo” establecería una contradicción ya que toda partícula es susceptible
de dividirse, por lo que podría dividirse siempre en partículas más pequeñas
hasta el infinito, somos energía vacía pero su manifestación, su “movimiento”
le da sentido a las estructuras y a su vez gana nuevas características o
atributos.
Así la explicación de que
la materia es una manifestación de la energía es más sensata y está más de
acuerdo con los estudios actuales de la física, incluso con la debatida teoría
de cuerdas.
Definir la materia como un estado de la energía necesariamente nos
obliga a definir qué es la energía, por lo que se hace aún más difícil de
definir que la propia materia que es posible percibir a través de los propios
sentidos. La energía implica cambio de un estado a otro, lo que permite ese
cambio podría ser llamado energía, por lo que Heráclito tenía razón y vivimos
en un constante cambio, pero este cambio es uniforme, por lo que da esencia
definida a un elemento químico; porque el patrón es estable y este patrón es
interpretado a través de las partículas subatómicas y luego en átomos.
La esencia una vez identificada es como clasificamos al mundo
(Platón), esta es en resumen energía que se manifiesta como materia y al
organizarse en patrones diferentes por las distintas fuerzas que actúan sobre
las partículas subatómicas formando los átomos y esto a su vez los elementos que
varían en sus propiedades y atributos. En las que se aplican las leyes de la física
y la química, y de acuerdo a sus distintas interacciones cambian su estado,
como el cloro que puede ser un gas como (Cl2) o un cristal sólido
combinado con el sodio (NaCl). Todos somos algo, pero este algo cambia cuando interactúa
con lo demás.
Es imposible caracterizar la esencia de algo si no lo es
contrastando con las características de los demás, definimos algo a partir de
las diferencias con los otros, somos en contraste con respecto a las características
diferenciales. Esto nos lleva a otra pregunta ¿cómo diferenciamos una cosa de
otra? ¿Podemos estar seguros cuando otra persona percibe algo estamos percibiendo
lo mismo? No podemos saber si nuestra mente tiene la misma representación para un
objeto que la mente de otro, además no podemos saber nada a menos que nuestro
cerebro lo procese y lo haga consciente. La esencia es inalcanzable, el ser es
inalcanzable y como decía Platón lo único que existe realmente son las ideas y
lo demás son solo sombras o solo no lo hemos estudiado lo suficiente como dirían
los materialistas y se podemos llegar a la esencia de las cosas.
De los puntos a estudiar, debe aclararse que es el ser, que es que,
si las cosas realmente existen, los entes, o solo son representaciones mentales
de lo que creemos existe o podemos entender con la razón. No se puede comprobar
por completo si algo existe o no, como en el experimento mental planteado por Gilbert
Harman de El Cerebro en un Cubo, ya que las únicas formas de acceder a lo que
existe es a través de la percepción y la razón y estas están asentadas en el
sistema nervioso, específicamente en el cerebro.
La única forma de verificar si nuestros pensamientos coinciden, es
través del lenguaje como podemos poner la naturaleza en un código comprensible
las adquisiciones racionales que hemos hecho a partir de las percepciones, es
la mejor forma de acceder a la esencia.
Como dice el subtítulo, es ignorancia y eso se soluciona leyendo
por lo que creo que autores como Platón, Aristóteles, Descartes, Hegel,
Husserl, Heidegger, Wittgenstein, Popper y los más reciente como los
neurofilósofos.
Juan Gonzalo Gómez Lopera
@juangonzalo01
