lunes, 6 de febrero de 2017

El impacto del comportamiento humano



Uno de los mayores misterios que existe es el porqué del comportamiento humano, porqué se hace algo o se deja de hacer algo. Todos somos de algún modo esclavos de nuestra condición humana, que es irrenunciable y de la que dependemos para nuestra conducta.

En el proceso evolutivo de nuestra especie hubo un gran salto que determinó nuestra supervivencia y éxito, el desarrollo del lóbulo frontal cerebral con el que logramos superar las respuestas inmediatas para suplir nuestras necesidades básicas como alimentación, sueño, reproducción y conservación de la vida, con el que hemos logrado planificar más allá, percibir el paso del tiempo, predecir resultados y ser conscientes de nuestro ser y de nuestro entorno. Además de lo mencionado otra de las habilidades críticas es la empatía, la capacidad de ponernos en el lugar de los demás y sentir de un modo lo que otro individuo siente.

Aun somos presas de nuestro instinto animal, procedente del llamado lóbulo límbico que es el que procesa las emociones que vienen de las necesidades insatisfechas y que es controlado por el lóbulo frontal con su proceso racional que ayuda a resolverlas. Cuando ese aspecto inferior y animal supera de alguna manera a la razón y perdemos el control de nuestros impulsos, podemos volvernos egoístas, violentos y salvajes. Nos volvemos irracionales.
Los logros de la llamada civilización dependen de la razón como: el control del fuego, la fabricación de herramientas, vestido, construcción de viviendas, agricultura y ganadería para alimentación. Todo esto se alcanzó con la observación de la naturaleza, de la evaluación de los efectos de las acciones, predicción de resultados que entre más a largo plazo, más evolucionados e inteligentes podríamos llamarnos.

Al final, estos logros al modificar la naturaleza, nos dieron una preponderancia jamás vista, cambiar el ambiente de manera que no dependamos de lo que este buenamente nos quiera dar, sino que podemos conseguir que esta nos sirva. Aun así hemos visto que este tipo de modificaciones a la naturaleza, está cambiando peligrosamente al planeta, como ejemplos están la medicina que ha hecho que muchas muertes prevenibles se eviten aumentando las tasas de natalidad y la esperanza de vida del ser humano, además la agricultura ha provisto de seguridad alimentaria a alguna parte de la humanidad considerando que hay una marcada desigualdad que viene en aumento, generando así una sobrepoblación, un excesivo gasto de recursos y que los desechos producidos por la actividad humana se produzcan más rápido de lo que se pueden degradar. Probablemente esto hará que cambiemos lo suficiente al planeta para hacerlo inhabitable en un futuro para nuestra especie y las demás que habitan la Tierra.

Se debe pensar cómo evitar en un futuro el impacto de esas acciones repercutirá en la supervivencia de la especie y las demás especies. Pero surge un problema, nuestra mente ya no es capaz de pensar más allá, se ha perdido lo que se había logrado, nos hemos vuelto superficiales y solo con visión a lo inmediato, por lo que nuestra capacidad de evaluación de nuestra conducta se ha perdido.

La humanidad, a través de las comodidades que ha creado, ha debilitado a la especie, haciendo que las personas racionales sean cada vez menos, que las personas que piensan más allá de las respuestas inmediatas sean pocas, porque damos por sentado que nuestras necesidades básicas están resueltas, creemos que el agua siempre saldrá del grifo, que los alimentos vienen del supermercado y los depredadores están en los zoológicos. El consumismo nos ha vuelto menos humanos, menos racionales y nos llevará a una segura destrucción de la humanidad.

En la búsqueda del placer inmediato, el ser humano ya no sigue reglas, ya no considera a los demás, ya ni siquiera se considera a sí mismo. Los logros del lóbulo frontal están perdiendo.

Es una visión pesimista, pero es real, lamentablemente creo que el cambio individual para volver a usar las funciones del lóbulo frontal es inútil en escala global, porque la corriente social del consumismo y la superficialidad no tiene forma de cambiar a menos que nos enfrentemos a un desastre mundial como una guerra mundial, un cambio climático, una pandemia o una hambruna que obligue a la humanidad a un drástico giro en su conducta.

Estos días llegarán, probablemente el ascenso al cargo con más poder en la humanidad por parte de uno de estos superficiales que viven solo en el presente, es el aviso del comienzo del fin.

Ojalá me equivoque.

JUAN GONZALO GÓMEZ LOPERA
@juangonzalo01

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