Me he visto frecuentemente enfrentado a una situación
cada vez más común y es a las asistencias virtuales a conferencias, clases,
congresos e incluso conciertos que son trasmitidos en tiempo real por las ya
numerosas redes sociales y plataformas de internet que ofrecen estos servicios.
No dudo que esto ha aumentado el acceso de personas a conocimientos
y escenarios a los que les es imposible asistir, no solo por asuntos financieros o
alejamiento geográfico, sino por tiempo, porque las múltiples ocupaciones no
permiten que tengamos tiempo para por ejemplo estar actualizados en nuestras
áreas de conocimiento. Para eso se pueden ver plataformas que ofrecen cursos de
universidades, asistir a las charlas más revolucionarias como las TED y las
sesiones de congresos médicos como en mi área de conocimiento y trabajo.
Esto aunque ha logrado que llegue a más personas, y con internet ya hemos visto que el acceso a la información no es suficiente
para generar conocimiento, se ha desvalorizado al experiencia real, el estar en
el lugar de los acontecimientos, ser parte de las cosas que suceden. Me cuesta
trabajo entender que una persona vaya a un concierto de rock y se dedique más a
grabar en vídeo y trasmitir en vivo que está ahí, que en vivir la experiencia que
por ejemplo AC/DC está dando y por la que pagó, es muy seguro no vea los vídeos
posteriormente y estos solo ocupen parte de la memoria de su teléfono
inteligente. Solo sirve para alimentar el ego.
Los llamados influencers
son personas a la que sus seguidores (no me gusta es palabra, se me hace
servil, pero qué más da) ven por sus redes y pasan por la experiencias que
deberíamos estar viviendo nosotros y no ellos. Ningún recorrido virtual de la
selva del Amazonas te va hacer sudar, te va a generar el miedo de tener cara a cara
a una fiera o sentir la paz de los bosques más grandes del mundo. Estamos reemplazando
las vivencias por vídeos en YouTube.
Cuando uno llega su casa, en vez de tener tiempo libre
en el que desarrollar su vida fuera del trabajo, llega a seguir con vídeos de superación
personal, cocina, influencers pagados
visitando lugares, clases y conferencias. Por favor vayan a las conferencias y pregúntenle
al conferenciante, suden en la selva, coman en los restaurantes, sientan la
guitarra de un grupo de rock o la voz de una soprano. No se conformen con la
virtualidad.
Hay que sacar el tiempo para vivir las experiencias por nosotros mismos, las que seamos capaces, no podemos vivir pausando videos de viajes y conciertos mientras trabajamos. No se aprende así, no se disfruta así, no se aprovecha así y no se vive así. Los videos y la virtualidad son invitaciones, no reemplazos de la experiencia.
Hay que sacar el tiempo para vivir las experiencias por nosotros mismos, las que seamos capaces, no podemos vivir pausando videos de viajes y conciertos mientras trabajamos. No se aprende así, no se disfruta así, no se aprovecha así y no se vive así. Los videos y la virtualidad son invitaciones, no reemplazos de la experiencia.
Aún no hemos llegado a la situación en que las cosas
que definen nuestras vidas sean 100% virtuales, ojalá nunca llegue ese día. En dónde
se pueda hacer todo desde nuestra casa y nuestra terminal de computador y PC.
JUAN GONZALO GÓMEZ LOPERA
@juangonzalo01


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